domingo, 10 de julio de 2016

10 pasos para montar tu negocio sin dejar tu puesto de trabajo

Antes de dejar tu trabajo para montar tu negocio hay una larga lista de pasos que puedes dar sin renunciar a una fuente de ingresos fija. Luego, eso sí, llega un punto de no retorno en el que tendrás que invertir el 100% de tu tiempo en el negocio, pero hasta entonces, estos son los pasos que tienes que dar. Estas son las lecciones que hemos aprendido de los más de 1.000 expertos con los que hemos hablado en la revista en los últimos veinte años.






1. Planifica el negocio, aunque sólo sea un embrión

Lanzar un negocio es un proceso. Y es un proceso que normalmente el emprendedor afronta por primera vez y no sabe qué hacer en qué momento y se equivoca con más frecuencia de lo que sería deseable y eso repercute en que va más lento y cuánta menos velocidad y más errores comete, menos posibilidad de éxito.
Debes plantearte tu negocio como un proceso industrialPlanifico, Desarrollo, Chequeo y Actúo. Piensa que por el hecho de hacerlo por primera vez ya estás en desventaja con quien lo ha hecho antes y ya conoce el proceso tres o cuatro veces.
Hay que armar un buen modelo de negocio. Hay que poner sobre el papel qué clientes, qué segmentos, qué propuesta de valor, qué canales, qué alianzas clave, qué recursos se necesitan ahora y a medio plazo, y cuál es principal fuente de ingresos que va a tener el proyecto. No hay más remedio que modelizar, sin caer en la parálisis del plan de negocio. Hay aspirantes a emprendedores que necesitan demasiado tiempo a planificar y gastan sus energías antes de salir. Un proceso previo de modelización antes de dejar tu trabajo, un proceso de prueba, te ayuda a cuestionar tu modelo y te permite analizar qué posibilidades tiene de éxito. 


2. Asegúrate de que no incumples la política de tu empresa

Los modelos de negocio que mejor funcionan (por supuesto, hay excepciones) para un emprendedor surgen de la experiencia profesional. Surgen a partir de problemas que se han detectado durante el desempeño diario de su trabajo: han detectado una necesidad en los clientes que no está satisfecha y han encontrado una forma diferente de resolverla.
Las ideas así suelen surgir de situaciones como ya hay una cierta solución al problema, pero es muy floja, muy débil, y ese segmento de cliente está infraservido o también de escenarios en los que ya hay una oferta excesivamente grande, pero sólo tiene en cuenta a los grandes clientes.
El problema está en que muchos contratos son muy estrictos en materia de competencia profesional. Debes asegurarte de leer bien tu contrato y revisar las condiciones de la empresa si vas a entrar en el mismo mercado, aunque no seas competencia directa. Es motivo de despido procedente.

3. ¿Vas a necesitar un socio que dedique el 100% de su tiempo?

Si tu puesto de trabajo te ocupa de 8 de la mañana a 10 de la noche, va a ser francamente difícil que tú solo lo puedas sacar adelante quitándote horas de sueño o madrugando para pavimentar las calles. En esos casos muchos emprendedores necesitan un socio que le dedique más tiempo.
Además, si no has emprendido nunca y entras en un sector complicado, en el inicio deberías tener a alguien que haya pasado antes por este proceso (como socio, como consejero, dentro o fuera...). No se trata de alguien que cubra tus deficiencias técnicas, sino a las particularidades de poner en marcha ese negocio. 
Y tiene que haber alguien en el negocio que conozca muy bien el mercado al que tú vas a dar soluciones (no tanto en cifras, como en problemática real, en la dinámica real del mercado). Si eso se conoce, la base en la que tú vas a empezar tu modelo de negocio va a ser más sólida.
Que tengas un socio, eso sí, no quiere decir que tenga que ir en todos los casos al 50% contigo. Hay muchas fórmulas de colaboración que no pasan por darle una parte de tu empresa.

4.  Necesitas hablar con tus clientes potenciales

Muchas veces se habla de conocer bien el mercado, pero la realidad nos dice que al mercado y a los clientes no les vamos a conocer hasta que no comencemos a pelearnos con ellos. Es difícil encontrar esos puntos críticos de tu negocio hasta que no sales a vender. Intuir comportamientos de compra en mercados nuevos, además, es complicado.
La primera hipótesis que debes contrastar es si lo que tienes pensado lanzar al mercado tiene un verdadero valor para el consumidor, porque igual vas a diseñar un producto que a los clientes, sencillamente, no les va a interesar. ¿Cómo evitar eso? Simplemente hablando con potenciales clientes y preguntándoles directamente si le encuentran valor. No es una validación definitiva, pero te da información.
La forma de validar esta hipótesis –y realmente cualquier hipótesis de tu negocio– es salir a la calle y preguntar a expertos, a potenciales clientes, etc. Y si no lo puede hacer el emprendedor en persona , difícilmente lo podrás subcontratar. Es un trabajo que tienes que hacer tú.


5. No trates a tu negocio como si fuera un hobby

Un negocio no es un hobby. Un negocio se monta para ganar dinero. Si no dedicas todavía el 100% de tus esfuerzos al proyecto es porque aún estás validando la idea de negocio o tu producto/servicio antes de lanzarte.
Combinar el papel durante un tiempo te permite hacer una transición suave a la vida de empresario, frente al salto al vacío que supone lanzar un proyecto de negocio propio.
Además, la nómina puede destinarse en parte a 'financiar' la sociedad en los primeros momentos. Esto puede evitar recurrir a préstamos en las primeras fases de validación de la idea de negocio, aunque esta 'financiación' es muy limitada.
Pero no es un hobby, aunque sólo lo hayas montado para tener unos ingresos extras. Si no piensas en su desarrollo, va a ser mayor el esfuerzo que el resultado.

6.  No pongas dinero en gastos fijos

Por si no lo sospechabas ya, no necesitas una oficina al lado del Congreso de los Diputados para tu negocio. Es un gasto fijo innecesario. Tampoco necesitas gestionar servidores para un millón de usuarios cuando todavía no tienes ni 5.000.
No está asumido en muchos casos que una startup es un testeo constante de un modelo de negocio y hasta que no tengas todo funcionando y generando ingresos, no te plantees gastos que no afecten a tu modelo de negocio.
Tienes que ser capaz de discriminar cuáles son las actividades clave para el negocio y cuáles son secundarias y hay que subcontratar qué actividades son clave y se pueden hacer internamente.

7.  Tus clientes deben comenzar a pagar cuanto antes

Está claro que cualquier persona con la que hables sobre tu proyecto te va a decir que es muy buena idea hasta que tenga que pagar. Por eso es importante lanzar la mínima expresión de tu producto, una versión que aunque no sea escalable, la gente ya pueda estar dispuesta a pagar por ella. Esto ya te va a permitir pasar de la encuesta a que la gente pague y tu producto esté mínimamente validado. Y a partir de ahí tienes que mantener el contacto con el cliente.

8. No renuncies a hacer networking

Mientras el emprendedor está preparando su proyecto, aparte de obtener una formación, tiene que crear, si no lo ha hecho ya, una red de contactos. Tiene que ir haciéndose su ‘tarjetero’ con toda la gente que vaya conociendo.
¿A qué nos referimos? Es muy complicado encontrar proveedores buenos a la primera. Es muy importante tener experiencia. Y si no la tienes tú, no está de más que la busques. Y por este motivo, entre otros, es importante tener contacto con otros emprendedores. Ellos te pueden asesorar en este punto. Hay que aprovechar, sin duda, la red de contactos.
En muchos casos para tejer esa red en un primer momento es suficiente con moverse en Linkedin. Aquí tienes algunas buenas ideas para moverte por Linkedin.

9.  ¿Eres pequeño? Aparenta que eres una empresa más grande

Hay ocasiones en las que dejar ver el pequeño tamaño de tu empresa puede ser un obstáculo para crecer. Las nuevas tecnologías, el mercado de servicios auxiliares y un poco de imaginación te ayudarán a parecer más grande. Aquí tienes 11 trucos para solventarlo.

10. Saca tiempo de las piedras

Está claro que llevar paralelamente un negocio requiere que trabajes más horas, pero no se trata de una cuestión de número, sino de calidad. Se trata de trabajar más cuando eres más eficiente.
Un truco es empezar el día antes que del horario estándar –en lugar de dedicarle al negocio las últimas horas del día, cuando ya estamos cansados–. Existe una regla tácita en el mundo de los negocios que se basa en no molestar telefónicamente o personalmente hasta las 9:00 de la mañana, así que empieza tu jornada antes de lo habitual y ganarás tiempo sin interrupciones y con una buena concentración, siempre con un buen checklist que te ayude a ganar concentración y enfoque.
Piensa que cada decisión que tienes que tomar y cada distracción compite por recursos en tu cerebro.El tiempo también tiene un coste de oportunidad, como el dinero. Si le dedicas tiempo a una cosa, se lo detraes a otra. El problema de base está en que lo que necesitamos ahora, por lo general, está claro, pero no tenemos tan claras las necesidades que vamos a tener después. Para ello es importante comparar el tiempo que dedicamos a cada cosa teniendo en cuenta qué obtenemos, qué conseguimos, y a qué se lo estamos quitando exactamente.
Cuando hayas validado tu idea con ventas y necesites dedicarle más tiempo a tu negocio, entonces es hora de plantearte decir adiós a tu trabajo fijo.

fuente:  http://www.emprendedores.es/crear-una-empresa/pasos-para-montar-negocio-sin-dejar-puesto-trabajo

sábado, 2 de julio de 2016

La ciencia de la felicidad!



El estar agradecidos nos conduce a ser felices!   Hoy puede ser tu día..... por qué no llamas a esa persona que impactó tu vida de alguna manera y simplemente le dices "gracias por lo que hiciste en mi vida".  Verás como tu felicidad aumenta y por increíble que parezca este día tendrá un impacto positivo en tu vida!






fuente:  https://www.youtube.com/watch?v=QMpJcABHmgE

viernes, 1 de julio de 2016

CONSEJOS PARA OPTIMIZAR EL CLIMA Y LA COMUNICACIÓN EN EL TRABAJO


Trabajar para una organización, ya sea a través de un empleo temporal, una plaza permanente o por medio de una empresa tercerizadora, conlleva la conformación de equipos de trabajo dentro de la organización, así como el desarrollo de una dinámica cotidiana de comunicación y ambiente laboral.
Los esquemas flexibles de trabajo, la coexistencia de diferentes modalidades de contratación en una misma organización, las nuevas tecnologías, el empleo a distancia y, en general las nuevas tendencias en materia de empleo, son factores que no pueden ni deben ignorarse en materia de clima organizacional y comunicación interna. La comunicación abierta y clara sobre los tipos de contrato, derechos y expectativas de cada posición, así como la claridad en la definición de objetivos y metas de la empresa apropiadamente comunicados a la fuerza de trabajo; son un factor de suma importancia para trabajar en la optimización del clima laboral.
Todo lo anterior, influye en la conducta de los empleados y se ve reflejado en términos de productividad, desempeño y satisfacción tanto de la empresa, como del personal. Por ello, he aquí algunas recomendaciones para mejorar la comunicación y el clima laboral en tu empresa:

1. EL LUGAR DE LA COMUNICACIÓN

Evita el radio-pasillo o los chismes dejando claro cuáles con las líneas de comunicación dentro de la empresa y los canales adecuados para hacer llegar los mensajes. Utiliza la tecnología como los mensajeros instantáneos, el correo electrónico o la intranet, o sírvete de recursos como el tablero de mensajes, los sistemas de circulares corporativas, e incluso el trato persona a persona. Delimita la comunicación formal (memorándums, correos, órdenes directas) y distínguela de la camaradería y la socialización con los miembros de la empresa.

2. HACER UN DIAGNÓSTICO

Una organización compuesta de jefes regañones y empleados molestos probablemente tendrá un rendimiento menor que aquella en donde el personal se siente tomado en cuenta. Por ello, es importante hacer un diagnóstico dividido en dos partes: por un lado a los jefes y directivos para determinar la configuración de la empresa y sobretodo definir objetivos. Por otra parte, examinar el área administrativo-operativa, de forma que los empleados puedan expresar su sentir sobre la empresa y que tanto la conocen. También puede resultar conveniente incluir en este diagnóstico, la satisfacción de los empleados en materia administrativa aunque se cuente una empresa tercerizadora que se encargue de dicha gestión. Estas evaluaciones permitirán tener una imagen más clara del clima en la empresa para proponer acciones de acuerdo al área de oportunidad.

3. NO TE OLVIDES DE LA INDUCCIÓN Y LA CAPACITACIÓN

Estas dos herramientas te permitirán rodear al trabajador del clima laboral desde que ingresa a la empresa para que se familiarice con el trato o las prácticas que ahí se realizan. Así mismo, a pesar de que tiene conocimientos sobre el puesto que desempeñará, nunca está por demás capacitarlo brevemente y enseñarle las herramientas con las que cuenta para que su trabajo sea productivo eficiente. Cuando la contratación se hace a través de una empresa tercerizadora, suele existir mayor definición del perfil requerido para un puesto para la contratación del candidato idóneo; sin embargo, esto no exenta a la empresa de darle la debida capacitación a un nuevo miembro del personal.

4. ACEPTA SUGERENCIAS, QUEJAS Y OPINIONES

A los empleados les gusta saber que son reconocidos como los engranes que hacen funcionar a la empresa. Con el tiempo algunos trabajadores sienten que no son tomados en cuenta o notan aspectos que podrían mejorar pero no los hacen saber porque no saben el medio correcto o la forma adecuada para hacerse oír.

5. APLICA LA POLÍTICA DE PUERTAS ABIERTAS

Además de los buzones, una actividad que ayuda a las empresas a reafirmar la confianza y la comunicación es la “Política De Puertas Abiertas” en donde los jefes o gerentes hacen saber a sus empleados que pueden acercarse a ellos para resolver asuntos que están al alcance de sus posibilidades o de tomar en cuenta propuestas que puedan algunos aspectos dentro de la organización.

6. REALIZA ACTIVIDADES DE INTEGRACIÓN

Haz que tus empleados se interesen y participen pidiéndoles que hagan propuestas sobre actividades o planes. Alguna actividad sobre trabajo en equipo te ayudará a mantener en contacto tanto a los directivos como al personal operativo. Si no se cuenta con un departamento de comunicación interno hay consultorías que ofrecen este tipo de soluciones para lograr que todos los trabajadores tengan la camiseta bien puesta.
Con estas recomendaciones seguramente la comunicación y el clima laboral, serán un atributo positivo en beneficio de la productividad laboral y no un obstáculo a superar.
Texto escrito por LUCÍA GABRIELA RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ*

¿QUÉ SON LAS EMOCIONES EN LA VIDA LABORAL?

Cada uno influye en el estado de ánimo de los demás. 

 Es perfectamente natural influir en el estado emocional de otro, para bien o para mal; esto se hace constantemente, contagiándose de las emociones como si fueran una especie de virus social.  Este intercambio emocional constituye una economía interpersonal invisible, parte de todas las interacciones humanas, pero habitualmente es tan sutil que no se lo percibe.  Las emociones indican en que concentrar la atención, cuando se está listo para actuar.  Son captores de atención, que operan como advertencias, invitaciones, alarmas, etc.  Se trata de mensajes potentes, que transmiten información crucial sin poner necesariamente esos datos en palabras.  Las emociones son un método de comunicación hipereficiente.
Para manejar las emociones ajenas se necesita una estrategia para aprovechar hábilmente el contagio emocional.  Cada uno es parte del equipo emocional de los otros, para bien o para mal; estamos siempre activándonos mutuamente distintos estados emocionales.  Este hecho ofrece un potente argumento contra la expresión desinhibida de sentimientos tóxicos en el ambiente de trabajo.  Por el lado bueno, los sentimientos positivos que inspiran una empresa se basan, en gran medida, en lo que haga sentir la gente que representa a esa organización.  Los trabajadores más efectivos lo saben por instinto; utilizan naturalmente su radar emocional para percibir cómo reaccionan los otros y afinan su propia respuesta para impulsar la interacción en la mejor dirección posible.  Los mismos mecanismos cerebrales que se esconden bajo la empatía, permitiéndonos la sintonización emocional, son también los que abren el camino al contagio de los estados anímicos.
En la actualidad, las organizaciones reorganizan, despojan, se funden, adquieren, arrasan con las jerarquías, se universalizan.  En la década de los noventa, la aceleración del cambio puso en ascenso la capacidad de liderarlo.  En estudios anteriores, efectuados en los años setenta y ochenta, ser catalizador de cambio no era algo muy apreciado.  Pero cada vez son más las compañías que buscan a gente capaza de liderar la mutación.
Se necesita ser alguien con bastante experiencia práctica, que conozca de cerca lo que suceda y pueda atravesar todas las funciones involucradas para ver la situación real; a menudo es un gerente de segundo nivel.  Además de la pericia técnica, hay toda una horda de aptitudes emocionales necesarias para ser catalizador de cambio.  Se necesita un supervisor, por ejemplo, que sea capaz de entrar en la oficina de un vicepresidente y decirle que debe hacer, sin dejarse intimidar por la diferencia de rangos.  Además de un alto grado de influencia, compromiso, motivación, iniciativa y optimismo, así como intuición para la política empresaria.
El modelo de liderazgo para la transformación va más allá de la gerencia conocida; esos líderes son capaces de incentivar por el mero poder de su propio entusiasmo.  No ordenan ni dirigen: INSPIRAN.  Al articular su visión, son estimulantes en lo intelectual y en lo emocional.  Muestran una fuerte convicción en lo que avizoran y entusiasman a otros para que lo busquen con ellos.  Además, se esfuerzan por nutrir las relaciones con quienes los siguen.  A diferencia de otros tipos de líder más racionales, que alientan a sus trabajadores con recompensas comunes, como los aumentos de sueldo  y los ascensos, el líder de la transformación va a otro nivel; moviliza a la gente hacia el cambio del sentido y el valor.  El trabajo se convierte en una especie de afirmación moral, una demostración de compromiso para una misión mayor, que forma en cada uno la sensación de compartir una identidad apreciada.  Para hacer esto, se requiere que el líder articule una visión convincente de las nuevas metas de la organización.  Aunque estas puedan ser algo utópicas, el hecho de comprometerse con ellas puede resultar, en sí, emocionalmente satisfactorio.  Despertar emociones de esta manera y dirigirlas hacia metas elevadas y nobles brinda al líder una fuerza poderosa para el cambio.  En verdad, algunos esfuerzos y mejor desempeño de los subordinados, con lo que su trabajo resulta más que efectivo.
Por Tere Casasola M.
fuente:  http://gmcrh.mx/recursoshumanos/que-son-las-emociones-en-la-vida-laboral/